Con un Liverpool sin un tridente titular, con Cody Gakpo, Luis Díaz y Harvey Elliott y el Chelsea, acostumbrado a no ver puerta, el partido fue un carrusel de emociones.
Dramático, electrizante por momentos, caótico en otros tramos del juego, así se vivió la gran final de la Copa de la Liga inglesa entre el Liverpool y el Chelsea, que en 90 minutos de juego no lograron romper el cero en el marcador.
Las imprecisiones de cara al arco se impusieron, los arqueros de los dos bandos fueron claves y dos goles anulados por el VAR se llevaron el protagonismo de un duelo en el que el colombiano Luis Díaz demostró que soporta la presión y se puede hacer cargo del ataque de un equipo de talla mundial.
En Wembley, el héroe fue el neerlandés Virgil van Dijk, cuyo gol fue decisivo. Luis Díaz, con su incansable ímpetu, fue uno de los jugadores más destacados y se llevó su merecido reconocimiento. El Liverpool cumplió con su tarea y se coronó campeón de la Copa de la Liga de Inglaterra al vencer al Chelsea 1-0 en el minuto 119 del tiempo extra.