El hallazgo de los cuerpos sin vida de un hombre de 45 años y su hijo de 17, quienes fueron secuestrados por disidencias de las FARC, eleva la inquietud por la creciente violencia en Jamundí, Valle del Cauca. Este hecho se suma a la ola de crímenes en la región, incluyendo recientes asesinatos en Palmira.
Este trágico suceso se produce en medio de un aumento de la violencia en el Valle del Cauca, con masacres, secuestros y extorsiones. La gobernadora Clara Luz Roldán solicitó al Gobierno Nacional una atención especial para el departamento, que registra los mayores índices de criminalidad en el país.
En Palmira, tres jóvenes fueron recientemente asesinados en la zona rural, motivando una recompensa de $30 millones. La gobernadora electa Dilian Francisca Toro reiteró el compromiso con una respuesta institucional y el refuerzo de la fuerza pública para abordar la violencia.
Con 11 masacres reportadas en el Valle del Cauca en 2022, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), el asesinato de este padre e hijo subraya la urgencia de abordar la violencia en la región. La situación ha llevado a llamados de atención y solicitudes de intervención especial por parte de las autoridades locales y regionales para garantizar la seguridad y la paz en el departamento.